HBO estrena ‘The Alabama Solution’
Después de pasar por el Sundance Film Festival, a principios de este año, por fin llega a HBO un documental que reabre el debate de las condiciones de vida de los reos de las prisiones de los Estados Unidos. La película se suma a otras que exponen y, en varios casos, denuncian, todo lo que tiene lugar detrás de las rejas, pero ‘The Alabama Solution’ llega más allá.
Para empezar, el equipo detrás del documental es de podio. Hablo de Andrew Jarecki, el director y productor de una serie documental que presentó uno de los giros más inesperados de la historia: ‘The Jinx: The Life and Deaths of Robert Durst’ y Charlotte Kaufman, que le produjo la segunda parte ‘The Jinx: Part Two’. En 2019, ambos se embarcaron en el rodaje de un nuevo proyecto centrado en una prisión del estado de Alabama. El equipo recibió acceso para rodar un evento social organizado en la prisión, pero, de repente, varios presos les abordaron discretamente para contarles lo que verdaderamente estaba ocurriendo dentro de sus paredes.
La semana pasada tuve la oportunidad de participar en un encuentro de prensa con ambos y nos revelaron ese momento. Lo cuenta Jarecki. “Esas primeras conversaciones nos dieron una idea de lo que realmente estaba ocurriendo en las zonas a las que no se nos permitía acceder. Y luego, después de que nos fuimos, ellos se pusieron en contacto con nosotros y nos dimos cuenta de que había líderes increíbles dentro, personas extraordinariamente reflexivas sobre lo que estaban viviendo, que habían estado organizando un movimiento de protesta no violento durante más de una década”.
Las prisiones norteamericanas están blindadas al público y, como reflexiona el director, cuando pasas de lago en coche tienes una vaga idea de lo que allí ocurre pero tampoco quieres darle muchas vueltas. Lo audaz del documental es que cuenta con las grabaciones que los reos hacen con sus móviles entrados de contrabando. Así es como conocemos a algunos de los líderes que menciona Jarecki como Melvin Ray o Robert Earl. “Eso creó la oportunidad de conocer a estos hombres, la vida que llevan y las circunstancias dentro de las prisiones de una manera mucho más profunda y significativa”, explica Kaufman.
‘The Alabama Solution’ nos ofrece esa mirada inédita del interior de una de sus prisiones con imágenes que cuestan de digerir. Palizas de los guardas y las consecuencias en las víctimas, prisioneros encerrados en aislamiento, etc. Los autores de esas imágenes ponen en riesgo su seguridad pero la productora añade que lo ha hecho con toda la intención. “Uno de nuestros protagonistas dijo: “Es más peligroso para nosotros cuando las cámaras se apagan”, y que cuando se iluminan esos hechos, eso, para ellos, es una medida de protección. Para nosotros es fundamental mantener un diálogo abierto. Hay que seguir revisando lo que está en juego y mantener la transparencia en la relación con ellos”. La producción hizo los pasos correctos para preservar la seguridad de los sujetos que entrevistaban.
Kaufman también hace una reflexión interesante sobre el papel de los cineastas que tratan temas delicados y arriesgados como este. “Creo que el papel de los documentalistas es servir a la verdad. Nosotros buscamos la verdad y tratamos de encontrar maneras de presentarla en formatos que hablen a la experiencia humana y a la forma en que las personas procesan la verdad: a través de historias y personajes. Y después de eso, depende del público dar sentido a esa verdad, y si se sienten inspirados por ella y quieren actuar… ¿Cómo pueden los políticos y legisladores tomar las decisiones correctas si no tienen ante ellos toda la magnitud de la verdad?”
Además del trato inhumano que reciben los reos, el documental destapa cómo se les explota convirtiendo su trabajo en la esclavitud del siglo XXI. Lo explica Jarecki. “Estos hombres son enviados a trabajar en McDonald’s, en el distribuidor de Budweiser, en la planta de procesamiento de pollo, en Burger King, y el estado obtiene beneficios de eso. Trabajan en la mansión del gobernador. Realizan proyectos de construcción. Se les considera una enorme fuente de beneficio económico para el estado. Y todos tienen una excusa:“Oh, estamos ayudando a estos pobres hombres encarcelados a desarrollar habilidades” o algo por el estilo. Pero la realidad es que están consiguiendo trabajadores que no pueden sindicalizarse y que trabajan gratis”.
Los documentalistas no sólo denuncian todo lo que ocurre y se callan en las prisiones no sólo de los Estados Unidos sino de todo el mundo sino que quieren abrir la reflexión de si esos centros logran sus objetivos. ¿Hablamos de un castigo a una pena sin posibilidad de salir o de un intento de rehabilitar a personas que han cometido un error grave? “The Alabama Solution” pone el dedo a la llaga para hacer avanzar la conversación.